“EN 3 COPAS”
Un buen comienzo …
Cerveza CRUZCAMPO GRAN RESERVA ( Heineken; Sevilla)
ü Toda una puesta de largo de esta enseña centenaria a través de esta cerveza que nos deleita la vista con su atractivo color ámbar y espuma de gran finura y cremosidad. Por su especial fermentación y sus cualidades 100 % malta, atesora aromas de notable intensidad con apuntes de frutos cítricos y secos sobre un fondo de regaliz y confitura de naranja amarga, con fino tueste. Buen paso de boca con suave ataque del carbónico, se muestra equilibrada y gradualmente creciente en notas amargas tras un inicio ligeramente dulce. Nos ofrece un final persistente y amable con recuerdos de arrope y miel. Recomendable para una “pausada” copa de media tarde.
ü Sus mejores acordes: se tercia espléndida con la hueva de atún en salazón, así como en maridaje con platos de escabeche o marinados a base de pescado azul.
Segundo acto …
Vino rosado GRAN FEUDO Sobre Lías 2007 ( Bodegas J. Chivite; D.O. Navarra)
ü Primera añada de esta interesante versión de rosado navarro, vinificado en coupage de tempranillo, garnacha y merlot. Sometido a crianza sobre sus propias lías durante 6 meses, nos revela al cristal un discreto y limpio color rosa pálido, con irisaciones anaranjadas. En nariz se resuelve intenso y goloso con notas de frutas rojas y de confitura, en plena alianza con un fondo de miga de pan. De cierta untuosidad y persistencia en su paso de boca, se muestra agradable y con “tacto”, fuera de los rosados convencionales.
ü Sus mejores acordes: de gran versatilidad con la más variada culinaria, muy recomendable con la vieira gratinada con centolla.
Un final feliz …
LAGAVULIN 16 años. Single Malt Scotch Whisky ( Islay, Escocia UK)
ü Intensidad y poder definen a este prodigio atlántico de agua de vida, que alguien definió como “el whisky del fin del mundo”. Nacido para las “aventajadas” minorías que profesan el culto al whisky de Islay , en consonancia con su escasa producción, nos seduce desde el principio con su intenso color ámbar, con reflejos melosos. De inconfundible complejidad aromática, despliega potentes notas de turba ahumada y brea, jalonadas con recuerdos de cuero y madera tostada, con retronasales marinos de yodo y algas. Con un ataque inicialmente robusto y ardiente, nos regala un paladar sublime de gran persistencia, con un fondo ligeramente “ajerezado”. Si Lagavulin fuera una persona sería sin duda alguien genial, auténtico y nada convencional, sin prestarse a ser elegido. Lagavulin es siempre quien elige.
ü Sus mejores acordes: aun cuando también se presta arrebatador en su armonía con platos ahumados, resulta extraordinario con una tabla de quesos azules como un gorgonzola viejo. Para los incondicionales del humo les sugiero disfrutarlo con un habano de la vitola “mágicos” de Cohiba, serie Maduro 5.